Apunte de lo sensible en una realidad maquinal.
Con ternura la palabra accede a la herida
la que no sabía que tenía
y florece en el desierto mundano
como inesperada rebeldía.
No hay símbolo más hábil
ni acceso más carnal al cuerpo
que el de la palabra.
*(Imagen, Anna Costenoble 1866-1930)
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